Divorcio

El divorcio muchas veces suele parecer un proceso complicado y lleno de problemas indefinidos. Sin embargo, existen algunos factores y conocimientos que pueden llevar esta disolución por un camino pacifico, rápido y justo. 

Para ello, es importante buscar ayuda de personal capacitado en el tema, el cual pueda brindar soluciones favorables a esta difícil decisión.

En esta web te mostraremos la información necesaria, para así concluir satisfactoriamente aquellas uniones matrimoniales que no funcionan.

Si deseas conocer el ámbito legal del divorcio y todos los procesos que se deben pasar para llevar a cabo esta disolución, continúa leyendo hasta el final. 

El divorcio de manera general, se describe como la separación legal de un matrimonio. Este puede realizarse por acuerdo mutuo entre cónyuges o por la violación de algún derecho de alguna de las partes involucradas. 

El mismo se fundamenta en el Código Civil español, específicamente en el Título IV: Del matrimonio, capítulo VII artículo 81 y el capítulo VIII artículo 85, que expresa lo siguiente:

Artículo 81

«Se decretará judicialmente la separación cuando existan hijos menores no emancipados o hijos mayores respecto de los que se hayan establecido judicialmente medidas de apoyo atribuidas a sus progenitores, cualquiera que sea la forma de celebración del matrimonio:

1.º A petición de ambos cónyuges o de uno con el consentimiento del otro, una vez transcurridos tres meses desde la celebración del matrimonio. A la demanda se acompañará una propuesta de convenio regulador redactada conforme al artículo 90 de este Código.

2.º A petición de uno solo de los cónyuges, una vez transcurridos tres meses desde la celebración del matrimonio.

No será preciso el transcurso de este plazo para la interposición de la demanda cuando se acredite la existencia de un riesgo para la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o libertad e indemnidad sexual del cónyuge demandante o de los hijos de ambos o de cualquiera de los miembros del matrimonio.

A la demanda se acompañará propuesta fundada de las medidas que hayan de regular los efectos derivados de la separación.»

Artículo 85

“El matrimonio se disuelve, sea cual fuere la forma y el tiempo de su celebración, por la muerte o la declaración de fallecimiento de uno de los cónyuges y por el divorcio.”

Tipos de divorcios

Aunque el divorcio persigue el mismo objetivo (la disolución legal de la unión matrimonial), este puede realizarse de dos formas según lo indica la ciencia jurídica.

Divorcio contencioso 

Se le denomina así a la separación que no es realizada en mutuo acuerdo de las partes involucradas, por lo que se solicita la intervención de un juez para solventar la situación matrimonial. Su fundamento legal se  ubica en Ley de Enjuiciamiento Civil, en los artículos 769 y 770.

Divorcio de mutuo acuerdo

Esta es la forma más rápida y menos perjudicial para la disolución de un matrimonio. El procedimiento es realizado mediante un acuerdo en conjunto de los cónyuges, en los que ambas partes reconocen sus derechos y deberes. El mismo se encuentra contemplado en la Ley de Enjuiciamiento Civil, en el artículo 777 y en el Código Civil, en el artículo 87.

Distribución de bienes y deudas después de un divorcio

Generalmente, esta suele ser el área que mayor problema genera en un proceso de divorcio, debido sobre todo a los bienes que se hayan obtenido en el matrimonio

Sin embargo, es importante conocer a cabalidad cuales son los derechos que posee cada una de las partes y en qué bienes. 

También es fundamental recalcar que los bienes no son los únicos que se distribuyen equitativamente en una disolución matrimonial.

Aunque muchas veces no son consideradas, las deudas también forman parte del grupo de cosas o bienes que deben ser distribuidos (dependiendo de cada caso).

División de los bienes en el divorcio

Generalmente, los bienes que se dividen de manera justa y equitativa en un divorcio, son los gananciales o aquellos de los que ambos forman parte. Por lo que estos no incluyen herencias o empresas y ahorros personales creados antes de la unión matrimonial.

En caso de que sea un divorcio contencioso en el que no se acuerde una división justa por las partes involucradas, el juez lo decidirá. 

La distribución de los bienes se realiza generalmente de forma equitativa, en la que cada persona recibe la mitad de todo. Sin embargo, pueden existir casos en los que se realice de otra forma según los acuerdos o términos.

Transferencia de títulos después de dividir los bienes gananciales

Aunque un juez realice la distribución de los bienes comunes del matrimonio, serán los cónyuges los encargados de realizar la transferencia de títulos o escrituras de las propiedades que lo ameriten.

La sentencia de divorcio les indicara a los cónyuges los documentos necesarios para transferir los bienes. En caso de haber oposición de alguna de las partes, el otro podrá presentar una moción requiriendo al juez que se cumpla lo dictaminado. 

Deudas matrimoniales después del divorcio

Las deudas matrimoniales, al igual que los bienes gananciales, también deben ser divididas de forma justa

Al ser deudas adquiridas en el matrimonio, cada uno de los cónyuges deberá pagar la mitad del total de ellas. Sin embargo, pueden presentarse casos en los que el juez decida que es justo realizar la división de otra forma.

Tipos de bienes matrimoniales

Los bienes encontrados en un matrimonio no siempre son obtenidos durante esta unión, por lo que muchas veces no suelen incluirse en la división. Por esta razón, es importante conocer cuáles son los que entran en los derechos conyugales y cuáles no.

Bienes matrimoniales

Se les denomina bienes matrimoniales a aquellos obtenidos durante el transcurso del matrimonio. 

Cabe destacar que el nombre del cónyuge incluido en el título o la escritura no es relevante. Sin embargo, no entran en esta categoría aquellas herencias o regalos, sino que se consideran bienes separados. 

Bienes separados

Estos bienes son los que forman parte del cónyuge desde antes de la unión matrimonial. También se consideran en esta categoría las herencias y regalos recibidos durante el matrimonio. 

Asimismo, si alguno de los bienes separados que posea una de las partes aumenta su valor por sí solo, continúa siendo un bien de tipo separado.

Bienes separados convertidos en bienes matrimoniales

Aunque existen bienes separados que no deben ser divididos en el divorcio, existen algunas condiciones que pueden convertirlos en bienes matrimoniales. En este caso, podemos mencionar algunas situaciones específicas:

  • Si el otro cónyuge forma parte de la mejoría del bien.
  • Si la parte correspondiente de los bienes matrimoniales de la otra parte no es suficiente para cubrir las necesidades de ese cónyuge.
  • Si se transfieren herencias o regalos a cuentas mancomunadas con el cónyuge, estas pasan a formar parte del bien matrimonial.

Tipos de deudas matrimoniales

Al igual que los bienes, las deudas también pueden formar parte del matrimonio y ser divididas justamente entre los cónyuges. Sin embargo, se deben tener en cuenta ciertos aspectos para determinar cuándo una deuda puede ser repartida entre las partes y cuándo no.

Deudas matrimoniales 

Se puede decir que gran parte de las deudas adquiridas durante la unión matrimonial, son consideradas como “matrimoniales”. Es importante acotar que no importará quién contrajo la deuda. Sin embargo, hay algunos aspectos que pueden cambiar esta norma:

Deudas separadas

Las deudas separadas al igual que los bienes, son todas aquellas obtenidas antes de casarse. También se consideran de este tipo, las deudas por relaciones extramatrimoniales o juegos de azar.

Asimismo, pueden formar parte de esta los préstamos laborales o estudiantiles usados por uno de los cónyuges, si este no apoyó en ningún sentido el crecimiento del patrimonio o economía matrimonial. 

La deuda que van con los bienes

Existen algunos bienes que poseen deudas de acuerdo a su funcionamiento. En este caso, el cónyuge que se le otorga este bien, debe hacerse responsable también de la deuda ligada a este

Deudas de acreedores 

Las deudas con los acreedores deben ser incluidas en la separación, indicando sobre quien recae la responsabilidad de pago de las mismas. 

De esta forma, si un acreedor exige el pago de un bien al cónyuge responsable, este deberá notificarlo a la otra parte o al juez en caso de que no se respete la orden.

¿Quién divide los bienes y deudas del matrimonio?

La división de los bienes y deudas creados en el matrimonio, pueden realizarse de diversas formas.

Acuerdo entre los cónyuges

Aunque estamos acostumbrados a que los abogados y jueces determinen cómo será la división de los bienes y deudas, estas pueden ser realizadas entre los cónyuges. Además, es una forma de minimizar gastos generados por la intervención de profesionales.

Esta es la mejor opción siempre y cuando pueda haber un acuerdo pasivo entre ambas partes. De ser así, el juez solo revisará la distribución y aprobará si ambos cónyuges están de acuerdo.

Cónyuges y la mediación

En caso de que sea imposible llegar a un acuerdo pasivo entre cónyuges, será necesario recurrir a la mediación. En este proceso contarán con la ayuda de una persona neutral, que les permitirá resolver los aspectos en los que sea complicado un acuerdo entre las partes.

Esta puede ser la opción más favorable. Sin embargo, en caso de que esta no ayude, se deberá ir a la corte y esperar que el juez realice la distribución. 

Decisión del juez

En caso de que los cónyuges no puedan ponerse de acuerdo en la repartición de los bienes y deudas comunes por si solos o con mediador, el juez lo hará. 

Las decisiones tomadas por esta autoridad, tendrán en cuenta el tiempo de matrimonio, la contribución de cada parte en el patrimonio conjunto y las necesidades económicas de ambos. Además, evaluará el ingreso monetario de cada uno y la razón del divorcio.

También pueden tomarse como contribuciones la atención y cuidado de los hijos, en caso de que una de las partes no posea ingresos económicos.

¿Cuándo procede judicialmente el divorcio?

El divorcio procederá judicialmente a petición de una de las partes involucradas, de ambos o de uno de los cónyuges con la aprobación del otro, todo mientras se cumplan los requisitos y circunstancias exigidos en el artículo 81 del Código Civil español.

Pasos para iniciar un divorcio

El divorcio es una decisión que trae consecuencias y cambios significativos, por lo que es importante asesorarse con un profesional, para que sea un proceso poco traumático para ambas partes. 

También se debe añadir que cada disolución es diferente a otra, por ello mencionamos los trámites requeridos en cada caso:

Mutuo acuerdo

Es el método más rápido y de menor coste monetario. En este caso, ambas partes establecerán los efectos jurídicos de la disolución matrimonial. 

El proceso a seguir es el siguiente:

  • Iniciación del divorcio de mutuo acuerdo: aquí, ambas partes deben estar de acuerdo y contar con un mínimo de 3 meses de unión matrimonial. También deberán realizar un documento regulador, basado en las indicaciones del Código Civil español, artículo 90. En la que se aconseja la intervención de un profesional.
  • Formalización del divorcio de mutuo acuerdo. Al ser de mutuo acuerdo, bastará con formalizar la decisión. Si el matrimonio no cuenta con hijos en común, podrán realizar su separación en la notaria, esta es la disolución conocida como divorcio express. 
  • Inscripción en el Registro Civil. Es último paso para consolidar el divorcio.

Mutuo acuerdo con hijos menores

Cuando existen hijos en menores en el matrimonio, no se puede realizar el divorcio notarial o express. Por ello, deberá intervenir el Ministerio Fiscal para garantizar el bienestar de los infantes.

Divorcio contencioso

Este es el tipo de divorcio de mayor complejidad, tiempo y gasto económico. Además, es el que más traumas y consecuencias suele incluir. Sin embargo, es la solución más efectiva para disolver el vínculo matrimonial cuando una de las partes no está de acuerdo. 

También es usual recurrir a este tipo de divorcios en relaciones con mucha violencia. En este caso, se deberá aplicar la normativa que estipula la Ley de Enjuiciamiento Civil en sus artículos 769 y  sucesivos:

  • Inicio del divorcio contencioso. Para esto será necesario realizar una demanda ante el juez, dando a conocer la situación y solicitud por medio de un abogado y junto a un procurador.
  • Redacción del documento de demanda. Es necesario contar con un profesional especializado en esta área para aplicar la mejor estrategia de defensa. 
  • Presentación de la demanda de divorcio en los tribunales. A fin de que se le notifique a la otra parte, para luego esperar la contestación del cónyuge.

En este tipo de divorcio, las regulaciones y medidas expuestas por la parte demandante suele no ser aceptada, por lo que el proceso se hace más largo y complejo. De ser así, se deberá continuar con lo siguiente:

  • Presentación ante un juez. Al no poder llegar a un acuerdo deberán presentarse ante un juez y defender los intereses antepuestos de las dos partes. 
  • Esperar la sentencia definitiva. En este caso el juez determinará las regulaciones del divorcio, las distribuciones de los bienes y deudas, y todo lo que incluya las partes involucradas.
Qué ventajas tiene el divorcio de mutuo acuerdo?

Aspectos que deben ser considerados en un proceso de divorcio

Es importante tener en cuenta que las disoluciones matrimoniales suelen ser muy delicadas, debido a la existencia de intereses emocionales, económicos y personales. Por lo que los entes encargados del proceso buscarán que este sea lo más sano y pasivo posible. 

En estos casos, los jueces analizarán ciertos factores, como: 

  • La voluntad de los cónyuges. En vista de que esto puede mejorar o empeorar el proceso de disolución.
  • Hijos en común. Se verificará la edad y se buscará garantizar sus derechos y bienestar por encima de las partes demandantes.
  • Patrimonio matrimonial. Se estudiará la situación económica de cada cónyuge, a fin de ser justos en la distribución del patrimonio.
  • Pensiones solicitadas. Se analizarán las pensiones específicas que fueron solicitadas por las partes.

La disolución matrimonial

La disolución de la unión matrimonial por separación, se producirá una vez se dictamine la sentencia que lo declaró. 

Sin embargo, en el caso de las disociaciones de mutuo acuerdo, la efectividad del divorcio será más rápida y se ejecutará desde el momento en el que las partes involucradas den su aprobación. Esto según lo establece el Código civil en su artículo 89:

“Los efectos de la disolución del matrimonio por divorcio, se producirán desde la firmeza de la sentencia o decreto que así lo declare o desde la manifestación del consentimiento de ambos cónyuges, otorgado en escritura pública conforme a lo dispuesto en el artículo 87. No perjudicará a terceros de buena fe, sino a partir de su respectiva inscripción en el Registro Civil.”

Extinción de un proceso de divorcio

La extinción del proceso de disolución matrimonial puede efectuarse siempre y cuando se trate de una de las situaciones expresadas en el artículo 88 del Código Civil español, el cual declara lo siguiente:

Articulo 88

“La acción de divorcio se extingue por la muerte de cualquiera de los cónyuges y por su reconciliación, que deberá ser expresa cuando se produzca después de interpuesta la demanda.

La reconciliación posterior al divorcio no produce efectos legales, si bien los divorciados podrán contraer entre sí nuevo matrimonio.”

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